I Hate ironing, servicio de lavandería y planchado de ropa a domicilio

I Hate ironing se lleva tu ropa y la devuelve limpia y planchada

¿A quién le gusta planchar? El que afirma que disfruta quitando las arrugas a la ropa miente como un bellaco o está como un cencerro. La plancha es una de las faenas domésticas que cualquiera en su sano juicio intentaría evitar a toda costa. Al menos limpiando las ventanas, pasando la aspiradora o el plumero, barriendo o fregando el suelo, cambiando los muebles de sitio y haciendo la compra en el supermercado quemas calorías, pero ¿qué ganas planchando?

¡Esta me la sé! Amanecer molido y con dolores en la zona lumbar y en la parte posterior del cuello. Tengo la lección bien aprendida, y por eso salgo por patas cuando alguien menciona el odioso electrodoméstico que te abrasa los dedos a poco que te descuidas. No estaría pero que nada mal tener un robot en casa que se encargara de estirar perfectamente la ropa y conseguir que las arrugas desaparecieran por completo en un santiamén.

Molaría contar con un robot inteligente que ponga la mesa, prepare café y tostadas y sirva el desayuno cada mañana mientras deja la ropa impecable, aunque después de ver películas como Yo, robot da un poco de «yuyu» que tramen conquistar el mundo y acabar con la especie humana. Es mejor no tentar a la suerte y recurrir a nuestro smartphone para evitar el suplicio de coger la plancha con frecuencia.

¿Qué pensarías si te dijera que una empresa de limpieza se presentará en tu casa para cargar montañas de ropa y devolverla impoluta y perfectamente planchada? Este es un modelo de negocio que triunfa en Londres de la mano de I Hate ironing. ¡Quién estuviera allí!

Como cada vez tenemos menos tiempo –y ganas– de lavar y planchar la ropa, es posible que centenares, miles o millones de personas puedan necesitar este servicio regularmente o en momentos puntuales. Yo la primera.

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